ROMPIENDO EL SILENCIO ELECTORAL
- AxC
- 12 abr
- 1 Min. de lectura

Qué pena, pero es así, los ecuatorianos, no importa de que bando, vamos a las urnas con una escala negativa de sentimientos, que van desde la incertidumbre, la angustia, el miedo, pasando por el despecho, el fastidio, la frustración, hasta el resentimiento, el odio, la revancha y la venganza.
El último en enamorar de veras a las masas con el discurso de cambio y esperanza fue Roldós y lo mataron.
Ahora solo queda confiar en el instinto de sobrevivencia de la sociedad y la resignación del "mal menor", que nunca será un proyecto político de futuro, peor aun, la salida a la crisis.
Pase lo que pase el domingo, seguiremos con una alta tasa de inseguridad (1 asesinato por hora), bajo crecimiento económico (-0,4% del PIB), alta pobreza (43,3% en la ruralidad), vulnerabilidad al cambio climático, alta inestabilidad y conflictividad política y social.
La clase política no entiende que se requiere de un acuerdo de mínimos y de una coalición de gobierno de unidad nacional sino queremos seguir cayendo en el abismo de un narcoestado.
Esto no es de derechas o de izquierdas, esto es cómo vamos a sobrevivir como nación.
Menos egos e intrascendencia y más humildad y Patria.
Komentarze