LO MÁS GRAVE DE LA CRISIS: LA AUSENCIA DE LIDERAZGO
Ecuador vive sumido desde hace años en una crisis total, económica, social, política, de inseguridad, cultural e incluso ambiental, que cada día se agrava más.
En el plano económico, desde el Covid-9 para acá, el PIB cayó en un -7,8% en el 2020, se recuperó parcialmente en 2021 en un 4,2%, pero el rebote ya fue menor en 2022, solo un 2,9% y para 2023, el mismo gobierno dice que solo se crecerá en 2,6%, aunque otros expertos pronostican que con El Niño, la economía crecerá por debajo del 1%. Si el PIB no crece a más del 4,5%, no se generan nuevos empleos.
La crisis económica tiene su correlato en el deterioro de los indicadores sociales. Aunque el INEC se ufane en decirnos que el desempleo ha bajado, eso no se debe al crecimiento del empleo sino a que han emigrado cerca de 250.000 personas del 2021 al 2023 y solo entre enero y marzo de este año, otras 250.000 han solicitado pasaporte. La pobreza a nivel nacional es del 25%, la pobreza rural del 41% y la desnutrición infantil supera el 40,%. Más del 61% de la fuerza laboral está en la informalidad, en el subempleo, empleo no remunerado y otros empleos no adecuados, crece el lumpen y se cuentan ya por decenas de miles los pandilleros y delincuentes.
En la dimensión política hay una crisis de gobernabilidad, por un lado el gobierno tiene menos del 5% de popularidad, el pueblo ya dio su veredicto en las urnas rechazando al régimen en las 8 preguntas de la consulta del 5 de febrero, ahora se desarrolla un juicio político en la asamblea con una oposición golpista y la amenaza latente de un nuevo paro indígena.
En la esfera de la inseguridad, de las 1.200 muertes violentas al año del 2021, se ha pasado a 4.500 en 2022 y se proyecta que el 2023 cerrará con no menos de 6.600, cunde el miedo en la sociedad por el sicariato y las masacres, los robos y asaltos, las extorsiones y los bombazos, y la droga inunda las calles, los barrios e incluso en las unidades educativas, la corrupción y la impunidad campean.
En la esfera cultural, las pruebas PISA dieron al Ecuador el último lugar entre los países de Latinoamérica en lenguaje y matemáticas, más de 90.000 bachilleres al año no pueden ingresar a la universidad y la discriminación cultural racista y entre grupos sociales es cada vez mayor.
El ambiente tampoco acompaña, los tímidos avances en reducción de la deforestación se vinieron abajo en el Covid-19 porque la crisis de ingresos empujó de nuevo a talar bosques, las ciudades están cada vez más contaminadas y ahora se viene los estragos de un fenómeno de El Niño fuerte.
El país está muy mal y para colmo, los precios del petróleo se encuentran a la baja ya en los 60 dólares el barril, por debajo de los 65 dólares calculados por el gobierno en el presupuesto del Estado.
La combinación de incertidumbre política, con inseguridad criminal, caída del precio del crudo y fenómeno de El Niño puede llevar al país a una catástrofe de imprevisibles consecuencias.
A la irresponsabilidad e ineptitud de las élites que nos desgobiernan, en el ejecutivo y en la oposición, se junta el problema más grave: la falta de liderazgo y de estrategia para salir de la crisis.
Hay liderazgo en el gobierno? Ni por asomo, Lasso es un presidente que ya fue enjuiciado y sentenciado por el pueblo en las urnas con el NO en la consulta.
Tiene estrategia este gobierno? Por lo visto nunca la tuvo y ahora su único interés es sobrevivir como sea.
Hay liderazgo en la oposición? Tampoco. Correa es un corrupto, condenado por la justicia, sin ninguna autoridad moral. Nebot es una figura en retirada que acaba de perder su feudo en Guayaquil. Iza es un extremista, racista y golpista que ni siquiera tiene el favor de buena parte del movimiento indígena y tiene un alto rechazo en el resto de la población.
No han emergido nuevos liderazgos ni ideas para salir de la crisis. Nadie sabe cuánto va a durar finalmente este gobierno, pero en la práctica, políticamente ya feneció el 5 de febrero, lo que sí se sabe es que este ejecutivo y la asamblea pasarán sin pena ni gloria y dejarán al país peor de lo que lo encontraron, por eso la gente se pronuncia por que se vayan todos!
El futuro no puede ser el pasado, hay que construir una alternativa política diferente, con nuevos liderazgos y una estrategia creativa para salir de la crisis, basada en el humanismo con sentido común y ética, alejada de dogmas y extremismos.
¡Allí está el reto!
Hozzászólások