¿POR QUÉ ROLDÓS VENCIÓ CON EL 68,5%?
En 1979, el país se enfrentaba a la necesidad histórica de dejar atrás a la dictadura.
Jaime Roldós Aguilera encarnó esa demanda social y aparte de su juventud y carisma, supo aglutinar con sentido político humanista y pluralista a diversas fuerzas que lo condujeron a ganar de manera abrumadora con el 68,5% la elección presidencial.
Hoy, el país enfrenta otra encrucijada de la historia: salir de la crisis con un retorno al pasado o una puerta hacia el futuro.
Pero cuando vemos que los candidatos no correístas con opciones fluctúan alrededor del 10% es evidente que están logrando solamente aglutinar a sus propios espacios y nada más.
La magnitud y complejidad de la crisis y el agravamiento de la misma tras el fenómeno de El Niño que se avecina requiere de pensamiento estratégico y generosidad de espíritu para comprender y actuar en el sentido de que es necesaria una amplia base social y política de apoyo, con un acuerdo nacional de mínimos y un gobierno de unidad nacional.
Ninguna "secta" disfrazada de proyecto político podrá por sí sola sacar al país del atolladero en el que se encuentra, sino un gobierno estable de unidad nacional, que brinde certezas de un cambio posible, con un liderazgo alejado de extremismos.
¿Ha aparecido ese liderazgo en estas elecciones? O seguiremos en las mismas mezquindades de la política obsoleta de feudos y argollas, incapaces de entender que así como existe la biodiversidad en la naturaleza, la diversificación en la economía, el pluralismo es también una riqueza a la hora de la política y más en un momento de crisis.
De la crisis no vamos a salir desde el paternalismo estatal ni desde el neoliberalismo a ultranza, sino desde el humanismo con sentido común y ética.
Con candidatos que andan por el 10% es evidente la falta de compresión de que la política es sumar y multiplicar, acá dividen y restan.
La crisis heredada con previsiones de un magro crecimiento del PIB por debajo del 2%, pobreza rural del 40%, 18 muertes violentas al día, emigración masiva, frustración social y de remate El Niño va a llevarse por delante a la vieja política sectaria, desgraciadamente cuando toquemos fondo y aún falta un trecho en nuestro camino social al despeñadero.
¿Necesitamos un Roldós del tiempo presente, lo tenemos?
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