La mafia del narcotráfico es una pirámide de 4 niveles y por el bien del país hay que derrumbarla por completo.
Nivel 1, las pandillas y bandas (Latín Kings, Ñetas, Choneros, Lagartos, Lobos, Fatales), su rol es mover y proteger la droga, ganan por el microtráfico las vacunas, los secuestros, viven en los suburbios y en las cárceles. Ellos son los protagonistas de la crónica roja y las masacres carcelarias.
Nivel 2. Los narcos, los dueños de la producción y procesamiento de las drogas, del tráfico internacional y del lavado de dinero. Ahí están los carteles nacionales e internacionales, más los empresarios y banqueros cómplices que les lavan el dinero. Viven a todo lujo en los mejores barrios de Guayaquil, Quito, Manta y se codean con la burguesía adinerada para lavar la sucia plata de la droga.
Nivel 3. La mafia de las fuerzas de seguridad, policía, fuerzas armadas, guardias de las cárceles, aduanas, SRI, UAFE, fiscales y jueces corruptos, que protegen y apoyan al nivel 1 y 2. Han sido intocables, nadie se atreve contra ellos.
Nivel 4. Mafia política, los que desde el gobierno y la asamblea dictan las medidas y leyes para favorecer a los narcos (visado universal, tabla de drogas, 2x1, ordenes de libertad para delincuentes), son los beneficiarios del dinero de la droga para las campañas políticas y para hacerse de fortunas malhabidas. Allí están ministros, legisladores, prefectos, alcaldes y partidos políticos enteros.
Toda esta fauna es peligrosísima y ha penetrado a las altas esferas de todas las instituciones armadas y civiles, tenemos narcogenerales y narcopolíticos, pero también narcoempresarios y narcoconsumidores.
Desde Acción por el Cambio proponemos una GUERRA al narco en los 4 niveles para salvar la vida de la nación y un TRABAJO SOCIAL intenso de prevención para evitar que más niños y jóvenes entren en el círculo vicioso de la droga.
Somos Acción por el Cambio, humanismo con sentido común y ética.
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