EL TRABAJO EN EL MUNDO GLOBALIZADO

La globalización es un proceso de viejo data, que empezó hace unos 70.000 años cuando el Homo sapiens salió de África a caminar por el resto del mundo.

El proceso de globalización ha tenido hitos importantes como el poblamiento de Europa, Asia y Oceanía y el paso por el estrecho de Behring a América, o las grandes conquistas de todos los imperios a lo largo de la historia.

En las últimas décadas, la globalización se ha acelerado no solo por los avances en los medios de transporte sino ahora por el internet y la IA. Es una tendencia histórica, estructural e irreversible.

La globalización implica flujos e intercambios entre seres humanos, sus genes, sus culturas, mercancías e ideas.

Esos flujos e intercambios determinan que la economía mundial sea interdependiente y el correlato en la política es un mundo multipolar, en lo social, un planeta de migrantes y en lo ambiental, los impactos son globales.

Puede ser que un gobierno tenga suficiente peso para oponerse a la globalización subiendo aranceles, intentar volver a un mundo unipolar o bipolar y poner muros a la migración, pero eso es ir a contrapelo de la historia de la humanidad y tendrá escaso recorrido.

El mundo no está para guerras de ningún tipo sino para relaciones se cooperación mutua, más aún por el riesgo nuclear que se cierne sobre el planeta, con al menos 9 países con bombas atómicas y en algunos de ellos con gobernantes psicópatas.

El mundo del trabajo debe entender y adaptarse a una realidad interdependiente, multipolar y de migrantes, con problemas a escala global, que requieren de soluciones así mismo globales, basadas en la colaboración y el sentido común y no en extremismos.

Que el 1 de mayo sea motivo para reflexionar sobre las oportunidades y desafíos para los trabajadores y no simplemente para marchar bajo consignas viejas desconectadas ya del presente y más lejos aún del futuro.

¡Viva un 1ro de mayo del trabajo y pensamiento creativo y solidario, en libertad!