NOS UNE UNA CAMISETA
En un país tan dividido en todo, por el regionalismo, por la política, por los intereses económicos, hasta por las razas y las religiones, lo único que al parecer nos une es la camiseta de la selección cuando juega Ecuador y de paso cuando gana, porque cuando pierde llueven las críticas.
Vamos a estar entretenidos un mes por el Mindial de Qatar, pero la crisis económica, social, de seguridad y moral no se va a ir y la unidad en torno a la camiseta no basta para salir de la crisis.
Necesitamos unirnos por causas más importantes que el deporte, como acabar con la inseguridad, con el hambre, con el desempleo, con la corrupción.
Esos deberían ser los factores de unidad que nos impulsen y convoquen. Para que ello ocurra se necesita de un liderazgo diferente, una especie de Enner Valencia de la política, inteligente, humilde, sereno, combativo, alegre y carismático.
Desgraciadamente, al mando de las funciones del Estado no existe ese liderazgo que una a la nación sobre esas grandes causas. Ese es uno de nuestros retos pendientes, ese es el verdadero mundial que debemos ganar, más allá del contento que nos generan estos jóvenes futbolistas brillantes que tenemos y su ejemplo de que trabajando unidos, ¡sí se puede!
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